Los inicios de la Línea de la Esperanza

[1997] EN MUCHAS PARTES del sur del Bronx, los residentes inner city son dejados a su propia defensa.

Los presupuestos estatales y locales restringen las ayudas continuas a los focos de pobreza.

Para empeorar la situación, está probado que gran número de residentes consideran que ciertos programas de algunas agencias son intrusión del oficialismo, por falta de información o ausencia de comunicaciones.

Las organizaciones religiosas, privadas y voluntarias deben tomar la asistencia de los necesitados que slip through the cracks.

En Centro de Recursos para el Desarrollo Comunitario es un segundo hogar para muchos. Es una organización privada, sin fines de lucro, destinada a nutrir el desarrollo de servicios y programas que van desde clases de inglés como segunda lengua para adultos, a torneos de bdsquetball para jóvenes.

El Centro toma una posición holistic al enfrentar las necesidades de las personas, considerando sus realidades espirituales, psicológicas, sociales, culturales y económicas, dentro del marco de la Iglesia Católica Romana.

El Centro ofrece su ayuda a todos, sin considerar su religión, raza, edad, sexo, u origen nacional. Aqui estamos para ayudar a resolver problemas tales como vivienda, inmigración, prevención de suicidios, abuso de drogas, cuidado de niños y cuidado prenatal.

El Centro también opera la Línea de programa spinoff que ofrece ayuda telefónica a personas necesitadas de asistencia o consejería.

La Línea de la Esperanza, un servicio bilingüe, está patrocinado por el Vicariato del Sur del Bronx. Sus servicios son gratuitos.  Voluntarios especialmente adiestrados operan una centralizada consejeria telefínica y centro de información bajo la supervisión de un equipo profesional con contactos en diversos campos de la salud y servicios humanos que incluyen niños fugados o abusados, personas desaparecidas, y empleos.

La Línea de la Esperanza usualmente es el primer contacto de los necesitados con el Centro de Recursos. Algunas veces la información es dada por teléfono. Otras, se aconseja acercarsze a la oficina. En todos los casos, las entrevistas son confidenciales, de apoyo, y respetuosas.

Origins of the Hope Line

[1997] IN MANY PARTS of the South Bronx, inner city residents have been left to fend for themselves.

State and local budget restraints continue to cast long, dark shadows in pockets of the city where poverty abounds.

To make matters worse, it has been proven that a number of residents regard certain outreach programs from government agencies as intrusive officialdom, because of misinformation or lack of communication.

Religious, private and voluntary organizations must take the challenge of providing for the needs of those who “slip through the cracks.”

The Resource Center for Community Development is a second home for many.  It is a private, nonprofit organization that is committed to fostering the development of services and programs ranging from adult classes in English as a Second Language to teen basketball tournaments.

The Center takes a holistic approach in addressing people’s needs by considering their spiritual, psychological, social, cultural, and economic realities within the framework of the Roman Catholic Church.

The Center gives assistance to anyone regardless of religion, race, age, sex or national origin. It exists to help resolve such problems as housing, immigration, suicide prevention, substance abuse, child welfare and prenatal care.

Also, the Center operates the South Bronx Hope Line, a spinoff program that gives telephone assistance for people who are in need of support of counseling.

The Hope Line, a bilingual service, is sponsored by the Vicariate of the South Bronx. Its services are free. Trained volunteers operate a centralized telephone counseling and information center under the supervision of a professional staff with outside contacts in diverse fields of health and human services that include runaway and abused children, missing persons and employment.

The Hope Line is usually a client’s first contact with the Resource Center.  Sometimes, the information is given by phone. Other times the client needs to come in. Either way, the encounter is confidential, supportive and respectful.